Immanuel Kant, considerado por
muchos el filósofo más importante de la Modernidad, nació en la
ciudad de Königsberg (por entonces la segunda ciudad del reino de
Prusia. Falleció en su ciudad natal, en
1804, sin haber salido nunca de los límites de su provincia.
Entre sus obras se destacan la Crítica de la razón pura,
los Prolegómenos a toda metafísica del futuro, la Fundamentación
de la Metafísica de las Costumbres, la Crítica de la razón
práctica, la Crítica del juicio y La Religión
dentro de los límites de la mera razón.
Kant se formó en el racionalismo de Wolff, pero despertó de su "sueño dogmático" al
leer a Hume (cree que todo el conocimiento humano proviene de los sentidos). El empirista inglés lo hizo caer en la cuenta de que las afirmaciones y
reflexiones de su metafísica racionalista carecían de fundamento sólido.
Conceptos centrales como los de "substancia" y "causalidad" quedaban, luego de
la crítica a la que los sometía Hume, reducidos a mera costumbre.
Kant no podía adherir sin más al
empirismo pues éste sostenía que fuera
de la Lógica y la Matemática (que realizan juicios analíticos, en los
que el predicado está implícito en el sujeto (por ejemplo, "El triángulo
tiene tres lados") era imposible realizar juicios a priori
(independientes de la experiencia) necesarios y de validez universal. De
este modo negaba la posibilidad de lograr nuevos conocimientos, ya que los
juicios analíticos no amplían el saber sino simplemente explicitan lo ya
sabido. Los juicios sintéticos (por ejemplo, «La mesa es azul»), según
Hume, sólo son posibles a posteriori y, si bien nos permiten adquirir
nuevo conocimiento, el conocimiento que nos brindan no tiene validez
universal.
Kant afirmaba que,
además de los juicios analíticos a priori y de los juicios a posteriori, también eran posibles los juicios sintéticos a
priori. La Ciencia, cuyo ideal es ampliar nuestros conocimientos, busca
juicios sintéticos universales y necesarios. Kant no se preguntaba si esta pretensión
estaba justificada porque Newton ya había demostrado que sí. Lo que hizo
fue indagar en las
"condiciones de posibilidad" de dichos juicios.
Kant superó el racionalismo y
el empirismo enfocando desde otro punto la cuestión del conocimiento. A este cambio
se lo llama "giro copernicano" o "revolución copernicana".
Así como Copérnico revolucionó la
Astronomía al sostener que no era
la Tierra el centro alrededor del cual giraban los cuerpos celestes sino
que era el Sol el astro alrededor del cual giraban la Tierra y todos los
planetas del
sistema solar, al estudiar la relación
objeto-sujeto, que se encuentra a la base del problema gnoseológico, a
diferencia de sus predecesores, Kant puso en el centro al sujeto. Él
sostenía que los filósofos anteriores (racionalistas y empiristas) habían
puesto el acento en el objeto de conocimiento: discutían sobre qué
conocemos. Unos afirmaban que conocemos ideas por medio de la razón y
otros fenómenos a través de los sentidos; pero ambos coincidían en que
conocer es reproducir las cosas de un modo pasivo, receptivo, dejándose
impresionar por ellas. Kant decía que el centro del problema no era qué
conocemos (pregunta por el objeto) sino cómo conocemos (pregunta por el
sujeto). Según Kant, el sujeto no encuentra el objeto de conocimiento sino
que lo construye, es un "sujeto activo".
El conocimiento requiere de la presencia de dos factores: por un lado,
la razón (forma) independiente de la experiencia, la cual posee las formas y
categorías a priori que son condición de posibilidad del conocimiento y
sin las cuales las meras impresiones serían "ciegas"; por otro
lado, las impresiones (materia), sin las cuales las formas y categorías de la
razón permanecerían "vacías".
La razón está constituida por las
"formas a priori de la
sensibilidad" (espacio y tiempo), las "categorías
del entendimiento" —relativas a la cantidad (unidad,
pluralidad
y totalidad), a la cualidad (realidad, negación y
limitación),
a la relación (substancia/accidente, causa/efecto y
reciprocidad)
y a la modalidad (posibilidad, existencia y necesidad)—
y las "ideas de la razón pura" (alma, mundo
y Dios).
El espacio, el tiempo, la causalidad, y la substancia, no son propiedades
de las cosas tal como son en sí mismas, con independencia del sujeto que
las conoce. Por el contrario, es el propio sujeto el que dota al objeto de
estas formas que él posee a priori, con independencia de la
experiencia y como condición de posibilidad de toda experiencia. Por lo tanto, el objeto de conocimiento no es el
noúmeno (la cosa en
sí misma) sino el fenómeno, que construye el sujeto a partir del
"caos de sensaciones" (o "rapsodia de impresiones") que
le aporta la experiencia, ordenándolo según sus formas y categorías a
priori.
Kant concedía a los
empiristas que todo conocimiento comienza con la
experiencia. Sin el aporte de la experiencia, las formas de la
razón
permanecerían vacías. Pero agregaba que no todo el conocimiento
proviene
de la experiencia, ya que sin lo que el sujeto aporta —y que posee
con
independencia de toda experiencia— el conocimiento no sería
posible. De este modo
marcaba también límite dentro del cual el
conocimiento es posible: no cabe preguntarse por las cosas mismas.
(Por
esto algunos dicen que con Kant terminó la
Metafísica.)
Las ideas de la razón pura (Dios, alma y mundo) permanecen vacías, porque no tenemos impresiones que las doten de contenido. De todos modos, Kant no presenta a estas ideas como carentes de sentido. La razón, por su propia naturaleza, tiende a realizar síntesis cada vez más abarcativas y en esta tendencia va más allá de lo que la experiencia nos da, y de lo que puede llegar a darnos, e intenta construir la síntesis última, las ideas:
De alma (síntesis de todos los actos del sujeto),
Mundo (síntesis de todos los fenómenos) y,
Dios (síntesis de todos los objetos del pensamiento).
Las ideas de la razón pura (Dios, alma y mundo) permanecen vacías, porque no tenemos impresiones que las doten de contenido. De todos modos, Kant no presenta a estas ideas como carentes de sentido. La razón, por su propia naturaleza, tiende a realizar síntesis cada vez más abarcativas y en esta tendencia va más allá de lo que la experiencia nos da, y de lo que puede llegar a darnos, e intenta construir la síntesis última, las ideas:
De alma (síntesis de todos los actos del sujeto),
Mundo (síntesis de todos los fenómenos) y,
Dios (síntesis de todos los objetos del pensamiento).
AUDIOS
La fundamentación de la Ética en Kant
Kant por el filósofo Fernando Sabater