MITOLOGÍA INCA



Para entender la mitología inca es importante ubicar geográficamente a este imperio en el contexto regional sudamericano, que de acuerdo a las leyendas y la memoria colectiva; el apogeo del Imperio de los Hijos del Sol tuvo lugar en los actuales territorios colombiano, ecuatoriano, peruano, boliviano, chileno y argentino incorporando los territorios de la sierra central de Perú hacia el norte.


La mitología inca como un valor importante de identidad para los pueblos precolombinos tuvo éxito por la influencia política, comercial y militar antes de la conquista de los territorios al Sur y Norte del Cuzco para que después emprendiera el naciente imperio. Los pueblos de la región norte de Perú y en el actual Ecuador en donde la expansión imperialista encontró una resistencia militar pero no en el aspecto religioso ya que el pensamiento de la identidad de los pueblos quechuas en el Perú y Bolivia y los quichuas (kichwa) en el Ecuador, comparten esta percepción espacial y religiosa que los une por su deidad más significativa como el dios sol Inti.

La mitología inca estaba formada por una serie de leyendas y mitos de esta etnia, que sustentó la religión panteísta del Imperio inca, centralizada en Cusco.





A sus dioses, el pueblo inca les rendía culto, al igual que en otras religiones. Algunos nombres de dioses se repetían o eran llamados de igual forma en distintas provincias del pueblo inca. Más tarde todos estos dioses se unificaron y formaron el que se denomina verdadero panteón inca de divinidades.

Lo aplicado por la cosmogonía inca en el ámbito de las creencias debe ser considerado como uno de los instrumentos más importantes utilizados en el proceso de la formación de su imperio a la par de las transformaciones económicas, sociales y de la administración.

Principales dioses

Wiracocha


Wiracocha, el Creador.


Wiracocha (en quechuaQun Tiksi Wiraqucha) era considerado como el esplendor originario o El Señor, Maestro del Mundo. En realidad fue la primera divinidad de los antiguos peruanos, a saber, los habitantes de CaralChavínHuari y especialmente los tiahuanacotas, que provenían del Lago Titicaca. El culto al dios creador supuso un concepto de lo abstracto y de lo intelectual, y estaba destinado solo a la nobleza.

Wiracocha al igual que otros dioses, fue un dios nómada. Según los mitos, surgió de las aguas, y creó el cielo y la tierra. Tenía un compañero alado, el Pájaro Inti, una especie de pájaro mago, sabedor de la actualidad y del futuro. Este pájaro mago, no es otro que el Corequenque de las tradiciones orales, el picaflor de oro, mensajero de los dioses, cuyas plumas servían para la mascaypacha o corona del emperador Inca.

Wiracocha es representado con dos varas, que al parecer eran realmente estólicas (propulsalanzas) o warakas (hondas gigantes andinas).

Mama Quilla

Mama Quilla (en quechuaMama Quilla, Madre Luna) era hermana, madre y esposa de Inti; también era considerada madre del firmamento. De ella se tenía una estatua en el Templo del Sol, en el que una orden de sacerdotisas le rendía culto.

Los incas celebraban en su honor una gran fiesta denominada Coya Raymi Naturalmente, a la diosa Mama Quilla estaba adscrito el fervor religioso de las mujeres, y ellas eran quienes formaban el núcleo de sus fieles seguidoras, ya que nadie mejor que la diosa Mama Quilla podía comprender sus deseos y temores, y darles el amparo buscado.
Pacha Mama
La Pacha Mama (en quechuaPacha Mama, Madre Tierra o Madre Còsmica) La fuente femenina de la que proviene todo el mundo material, el sustento de toda la naturaleza y toda la  realidad.
Pachacamac

Pachacamac (en quechuaPachakamaq, Soberano del mundo) era una re-edición de Wiracocha, el cual era venerado en la Costa Central del Imperio inca. Era conocido como el dios de los temblores, y su culto hizo un aparente sincretismo con el actual Señor de los Milagros, el cual - según la historiadora María Rowstoroski - tiene rasgos de este antiguo dios pagano.

Mama Sara

La Mama Sara (en quechuaMama Sara, Maíz Madre) era la Madre Maíz o del alimento, la más importante de las conopas (representaciones religiosas) de los alimentos junto con la coca y papa.

Mama Cocha

La Mama Cocha (en quechuaMama Qucha, Mar Madre), era una diosa a quien se le rendía culto para calmar las aguas bravas y para la buena pesca. Era la deidad que representaba todo lo que era femenino.


Dioses menores

Aparte del gran Wiracocha y su corte terrenal de Amautas, o sabios y primeros sacerdotes y administradores, el segundo cordón de clérigos, la nobleza militar y los ayllus o gremios, regidos hasta en su más mínimo movimiento por la ley del Inca, el pueblo llano tenía su panteón con otros dioses menores, a los que probablemente le resultaba más sencillo y cercano dirigirse en busca de favores y soluciones.

La estrella rizada o de la mañana acompañaba al Sol, al igual que Illapa, dios del trueno y la batalla, como la imagen de la estrella de oro, la de la tarde, Venus o Chaska, hacía su guardia junto a la Luna; y Chuychú, el bello arco iris estaba por debajo de ambos grandes dioses. El arco iris fue luego elevado a dios de los nobles debido a que representaba la belleza que estaba reservada para los nobles.

Las constelaciones de la copa de la coca (Kuka Manka) era una constelación que cuidaba de las hierbas mágicas, como la constelación de la copa de maíz (Sara Manka) lo hacía con los alimentos vegetales, y la del jaguar (Chinchay) se encargaba de los felinos.

Wasikamayuq era el dios tutelar del hogar, mientras que el Qhaxra-kamayuq se esforzaba por evitar que los ladrones entraran en esa misma casa, y los Auquis asumían la vigilancia de cada poblado.

Había también un dios de las tormentas y otro dios del granizo; tras Pacha Mama, la diosa de la Tierra, estaban Apu Katikil y Pikiru, como dioses tutelares de los gemelos; la serpiente Hurkaway era la divinidad de lo que estaba bajo tierra, mientras que el ávido Supay reinaba en el mundo de los muertos vivientes sin dejar de reclamar más y más víctimas para su causa, lo que hizo que los españoles le dieran lo identificaran con el Diablo, aunque tenía cualidades benignas y malignas.

También estaba el dios Wakon o Kon, un hermano de Pachacámac expulsado por éste y que se llevó con él, al ser forzado a irse, la lluvia y dejó a la franja costera del Perú seca para siempre. Según Pachacamac, fue un dios maligno y devorador de niños, de risa cruel y habilidad para rodar por las montañas. Otros hermanos, Temenduare y Arikute, dieron origen al diluvio con sus querellas. En total y según algunas tradiciones orales el primer sol del mundo antiguo (Ñawpa pacha) el cual era Wiracocha, el creador con su corte, y tuvo 4 hijos: Kon o Wakon, dios de las sequías; Mallko dios de la ley; Vichama o Atipa dios de la guerra y la venganza y Pachacámac, quienes regentaron sucesivamente el mundo actual destruyéndolo sucesivamente. Estos guardan relación con los 4 hermanos del mito de los hermanos Ayar, uno de los mitos de la creación del Imperio incaPachacámac a su vez tuvo de hijos al sol (Inti) y la luna (Mama Quilla) del mundo actual o Kay Pacha. Pachacamac se autoexilió al mar desde donde domina los terremotos, dejando el mundo en manos del Inti o sol del mundo actual.

Existen otros wakas o dioses, como Catequil, poderoso dios oráculo; Huallallo Carhuancho, dios de fuego con rasgos malignos; Huari, dios gigante de la guerra referido a la cultura del mismo nombre; Amaru, la serpiente mitológica divina; entre muchos otros nombrados en sin número de tradiciones orales recopiladas recientemente.

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